Dado que la entidad proporcionaba hechos los cuestionarios ideados para determinar el nivel de conocimiento financieros de los clientes a la hora de determinar su perfil inversor y si conocían o entendían la adquisición de las participaciones que estaban adquiriendo.
La entidad proporcionaba estos test de conveniencia con cuatro preguntas directamente impresos y rellenados con una X la casilla correcta, y se podía leer que el resultado de la contestación a cada pregunta era conveniente, entendiendo por esto que el cliente estaba dotado de dicho perfil inversor.
Las cuatro preguntas descritas en el test eran las siguientes, ¿Podría indicarnos qué grado de conocimientos posee en base a su nivel de estudios y experiencia?, ¿Conoce usted la naturaleza y las características operativas de los activos de renta fija?, ¿Conoce y entiende las variables que intervienen en la evolución de este producto, como son la naturaleza de la deuda perpetua o participaciones preferentes y el comportamiento de la renta fija? La última pregunta pedía información al cliente sobre si había realizado inversiones en los dos últimos años en emisiones de renta fija. Todas estas preguntas eran contestadas favorablemente, para que el cliente pudiese invertir en participaciones.